lunes, 10 de marzo de 2008

CONTRA CORRIENTE Pastor J. YEBRA

La vida es difícil y bella. Ambas cosas. Su dificultad está en la realidad tangible. Su belleza radica en el reto con que somos celados por Dios para cambiar y transformar las cosas; en la capacidad con que el Eterno nos ha dotado para ser probados y forjados en el fuego de la propia vida. De lo contrario ni aprenderíamos, ni creceríamos, ni nos desarrollaríamos en ningún campo del quehacer humano. Necesitamos días nublados, y no sólo jornadas soleadas. No podríamos vivir sin lluvia.-
Hay un refrán inglés que me ayuda frecuentemente a seguir nadando. Dice así: "Only dead fish swin the stream" y su traducción lieteral al castellano sería "sólo los peces muertos nadan con la corriente". Pero su verdadera equivalencia dinámica sería. "¿Dónde va Vicente? Donde va la gente". De modo que si no quieres crecer, madurar, y desarrollarte, hazte compañero de viaje de Vicente. Pero si tu objetivo es elevarte por encima del bordillo de la acera, disponte a nadar contra la corriente, escapa de las encañizadas, remóntate sobre las cascadas y cataratas y comprobarás que tus "aletas dorsales" se fortalecen y desarrollan.-
Quienes se niegan a seguir nadando y se dejan arrastar por la corriente, sin tener que realizar esfuerzo alguno, pronto mueren. Esta es la razón por la que la estadística muestra que muchos fallecen después de su jubilación, especialmente cuando ésta es prematura y los jubilados no cuentan con nada con que llenar sus vidas. Cesan en su natación contra la corriente, y se dejan arrastrar con los peces muertos.-
Ahora bien, en nuestra lucha contra corriente, es menester llevar poco peso sobre nosotros. Nadie puede nadar arrastrando equipaje consigo. También debemos tener presente que en nuestro recorrido aguas arriba, hemos de aprovechar los remansos para descansar y recuperar fuerzas, en la certeza de que cuando reanudemos el camino, vamos a encontrarnos con obstáculos e impedimento para los que precisaremos de renovadas fuerzas.-
¡Así es la vida: difícil y bella! Así ha sido diseñada por Dios para nuestro beneficio, con momentos de lucha, pero también de calma y respiro. Nos corresponde a nosotros elegir entre ser saludables salmones que remontan las corrientes para el desove, o peces muertos arrastrados aguas abajo; entre dejarnos desplazar por el caudal, o nadar contra el.-
En la corriente del Espíritu hallaremos todas las fuerzas necesarias para la lucha contra las corrientes que nos querrán arrastrar hacia los rápidos en que ahogaremos; hacia las encañizadas en que quedemos atrapados hasta morir; hacia la perdición de toda fuerza y energía.-
¡Ven a nadar a las aguas! ¡Atrévete a hacerlo contra corriente! ¡Recuerda que Dios no quiere que te conviertas en un pez muerto!

2 comentarios:

VICTORIA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
VICTORIA dijo...

Debemos proponernos en nuestro "viaje", buscar el rostro del Señor en los "remansos", a fin de que Su dirección y guía sea tan efectiva y provechosa que nuestro "desove" no sea INFRUCTUOSO porque las "alimañas espirituales" lo "devoren".-
¡Cuántos afanes innecesarios!
Mientras, perdemos el tiempo en nuestros "RÁPIDOS" y lo más elemental y necesario que el Señor está esperando, queda postergado.-
Hay "pesos" o "cargas" que nos impiden nadar contra corriente y no solamente como individuos sino como Iglesia.-
¡Cuidémonos de no poner sobre nuestros corazones cargas que el Señor no pone, ni quiere que llevemos porque no le agrada, ni le honra!