jueves, 31 de enero de 2008

"¿TAN NECIOS SOIS?"-Matilda Nordtvedt-

No hubo nada de dramático en mi conversión a los cinco años. Probablemente algunas personas dudaron de que fuera real, pero yo sabía que lo era. Simplemente por fe, invité a Cristo a entrar en mi vida, y estaba segura de que lo había hecho.-
Desde la época de mi conversión anhelaba ser una "buena cristiana", una que llevara a cabo grandes cosas para Dios. soñaba con ser una misionera en el exterior algún día; jugábamos a la "escuela dominical" en las escalinatas del colegio a la hora del almuerzo, con mi hermana, cuando iba a segundo grado, y leía mi Biblia con fe todos los días, casi desde que aprendí a leer.-
Salvo durante algunos años de mi adolescencia cuando estaba más interesada en ser aceptada por mis compañeros que ninguna otra cosa, me esforcé por servir al Señor. Un día, en la Escuela Bíblica cuando tenía 17 años, dejé desconcertados a mis compañeros al aparecer al desayuno con mis cabellos severamente trenzados y enronscados en un rodete a la altura de la nuca que no me sentaba nada bien. Me había sentido muy orgullosa de mis trenzas largas y rubias, y ésta era la manera de demostrar a Dios que ya había superado la frivolidad y el amor propio. Luego procedí a hacer la cosa más difícil que podía imaginarme; escribí a mi novio (ahora mi esposo)- que estaba sirviendo en la marina en ultramar - una carta de despedida. Tiré mi diario, mis cartas de amor, y mis fotos en el incinerador detrás de los dormitorios y los miré mientras se convertían en llamas. Creía haber alcanzado el punto máximo en mi consagración, estaba dispuesta a "quedarme para vestir santos" a fin de servir a Dios.-
Pero Dios tenía otros planes. Siete años después me encontraba en un buque de carga rumbo al Japón, con mi esposo y mi hijito de un año. Mi deseo de ser una misionera en el exterior se cumplía al fin. Durante los años en el Japón me esforcé mucho por ser una misionera ideal. Puse todo mi empeño en aprender el idioma además de atender a mi hogar y a mi familia. Cuando me iba a la cama por la noche, sentía como si estuviera en un bosque; los árboles era las palabras en japonés que había estado estudiando durante el día. No las podía olvidar, ni siquiera de noche. Gradualmente, llegué a dominar el idioma suficientemente bien como para trabajar con las maestras de la Escuela Dominical y en la reunión de señoras. Después de unos tres años y medio de este ritmo, tuve una crisis nerviosa y tuve que ir a un retiro en las montañas para un descanso de seis meses.-
Ahora, al mirar atras, puedo comprender que mucho de mi problema era depender de mi misma en lugar de Dios. Ciertamente sabía que era salva por fe, sin méritos propios, pero, estaba tratando de vivir la vida cristiana según mis propias fuerzas en lugar de hacerlo con el poder del Espíritu Santo. Pablo me podría haber dicho a mí como les dijo a los gálatas:"¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" ( Gálatas 3.3).-
No comprendía el significado de Colosenses 2.6: "Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él" ¿Cómo lo había recibido? POR FE. Pero, ¿cómo estaba viviendo? Por mi propio esfuerzo.-
Durante los seis meses de recuperación en las montañas y también durante nuestras vaciones de verano allí, escuché mensajes acerca de la plenitud del Espíritu Santo. Sabía que esto era lo que yo necesitaba, y se lo pedí a Dios. Por algunos días estuve convencida de que el Espíritu Santo verdaderamente había tomado el control de mi vida, pero más tarde, cuando vinieron los problemas, empecé a dudar. Ves, había aceptado a Cristo por fe, pero en lo que se trataba del Espíritu Santo, me había dejado llevar por mis sentimientos. El resultado fué una vida cristiana llena de subidas y bajadas - generalmente más bajadas.-
Doy gracias a Dios por su paciente enseñanza. Lentamente llegué a ver que puedo contar con la plenitud del Espíritu Santo tanto como puedo contar con que Cristo vive en mí. Por fe puedo reclamar su plenitud, si he cumplido con las condiciones - haber confesado todos mis pecados conocidos y haber entregado el control de mi vida a Él. Me doy cuenta de que el fruto del Espíritu no va a madurar en un solo día. No voy a ser repentinamente llena de una amor perfecto para todos, de un gozo indecible, de una actitud sumisa y sufrida que reciba las ofensas sin murmurar. Pero el Espíritu Santo está realizando estas cosas en mí. El fruto está creciendo mientras aprendo a alabarle en cada situación de mi vida.-
Lo demás también va a venir, a medida que me entregue y que obedezca. Pero debo reclamarlo por fe . ¡He sido una escéptica demasiado tiempo!.-
Tengo que admitir que a pesar de haber sido cristiana por muchos años, soy recién nacida en cuanto se refiere a la plenitud del Espírtu Santo. El esfuerzo propio viene con mucha más naturalidad que la completa dependencia en el Espíritu Santo.- Pero como dice mi insignia: PFTPDNHTCT - "PorFavor, Tenga Paciencia; Dios No Ha Terminado Conmigo Todavía.- Y NO VA A SER ASÍ, HASTA QUE NO LE VEA CARA A CARA.-
(Capítulo 21 del Libro; "Por el tunel de la Depresión" de Matilda Nordtvedt)

martes, 29 de enero de 2008

"LA *PARADOJA DE LA LIBERTAD" de AMÉN-AMÉN

"No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios". Romanos 6.12-13
"Un cristiano es un señor libre de todo y no está sujeto a nadie. Un cristiano es un siervo al servicio de todos y sujeto a todos", escribió Lutero en 1520.-
¿Por qué esta aparente contradicción? Porque la libertad cristiana está intimamente ligada al amor que desea servir y entregarse. El amor, producido por el Espíritu Santo como dice en Romanos 5.5 "Y la esperanza no avengüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fué dado", hace surgir una vida espontánea, alegre, que se pone libremente al servicio de su prójimo y halla su felicidad en cumplir la voluntad de Dios. En omunión con Dios el cristiano hace gustosamente el bien, mas no para obtener de él méritos o elogios: "Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe". 1ª Juan 5.3-4
La libertad que Cristo confiere nos conduce, pues, a ponernos unos al servicio de los otros. Es la paradoja de la libertad. Mi verdadera libertad es ser plenamente yo mismo, es decir, tal como Dios mi Creador quiere que yo sea. Y Dios me creó para amarle a Él y amar a mi prójimo. Por consiguiente, debo renunciar a mí mismo. En resumidas cuentas, para vivir por el poder del Espísitu Santo debo morir a mi egoísmo, asimismo para ser libre, debo servir.-
El creyente halla su centro y su libertad ya no en sí mismo, sino por decirlo así, fuera de él.-
La fuente de su vida está en Dios. En lugar de la confianza en sí mismo, aparece la confianza en Dios, la que despierta la esperanza y el amor. Ésta es la verdadera libertad.-
*PARADOJA: Contradicción aparente entre dos pensamientos o hechos.-

domingo, 27 de enero de 2008

"EL FRUTO DEL ESPÍRITU" -VICTORIA-

Hemos estado leyendo algunas de las Meditaciones del pastor Rosenius, las cuales han estado basadas principalmente en la Gracia.-
Siempre viene bien recordar que hemos sido salvos por PURA GRACIA, nada que merecíamos y nada que podamos añadir de nuestros "méritos" a ella para ser justificados.-
Me gustaría Reflexionar sobre EL FRUTO del Espíritu como Pablo lo describe a los Gálatas en su epístola cp. 5.22-23 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".-
Es una realidad que el nuevo nacimiento se produce en nuestro espíritu y que la semilla de la Palabra de Dios que ha caído en buena tierra y muere, germina la nueva vida en nosotros y arraigada fructifica a 100 a 60 y a 30 por uno.- Y esto tampoco se efectúa por nuestra actuación personal, sino en FE, dejando nuestra voluntad rendida a la obra santificadora que el Espíritu Santo va produciendo por la Palabra de Dios que nos revela Su voluntad y nos da el poder para vivir por ella.- Su Palabra y la oración, va fortaleciendo el "hombre interior" que desea agradar al Señor, no como "compensación" no, sino en el amor que ha sido derramado en nuestros corazones por lo que Él ha hecho por nosotros, cuando aún estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados.-
Cualquier planta por sí misma no realiza nada para desarrollarse, sino simplemente queda arraigada y se nutre cada día de los nutrientes que la tierra le proporciona. La planta solamente se limita a absorber el bien que recibe. Y conforme a la semilla que fué plantada, murió en la tierra y germinó para vida, así da el fruto y la calidad del mismo.-
Si la planta no ha enraizado bien, o se se descuida su limpieza y poda, o escasea la lluvia y no se riega a tiempo, sufrirá, no se desarrollará debidamente y por sus carencias estará propensa a ser atacada por las plagas que le circunden. Es probable que logre cubrirse de hoja, pero los brotes del fruto no aparecerán.- Todos la podrán identificar, pero cuando busquen el fruto en su tiempo, o no existe o no se ha sazonado debidamente, porque los contratiempos la han arruinado, no hay cosecha, y lo poco que hay está dañado, no sirve, es incomestible....hay que tirarlo tristemente.-
Vamos, "así como por fuego" se salvará lo que se logre.-
Pero el Señor pretende cuando nos busca y nos identifica, hallar FRUTO. Ese fruto del Espíritu que producen (v.24) "....Los que son de Cristo (y) han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (25) Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu". Ya hemos crucificado la carne, en la cruz del Señor morimos y en el Espíritu de su resurrección vivimos. Ahora no temamos pensando que es imposible llevar FRUTO. ¡No!, ¡Es posible! En nuestras facultades, o fuerzas, o méritos, ¡Jamás! El diablo nos derrotaría en el propio impulso carnal nuestro. Pero si "vivimos por el Espíritu, andemos también por Espíritu" y ese FRUTO se producirá de forma natural en el hijo de Dios. Dejemos que El lo haga germinar y producir y lo nuestro es darle gloria y alabanza mientras somos nutridos, limpiados y regados con las lluvias de gracia, con las aguas "del Rio limpio de agua de vida, resplandciente como cristal, que sale del Trono de Dios y del Cordero" Apc. 22.1

sábado, 26 de enero de 2008

"SÍGUEME" -ROSENIUS-

"Jesús dijo a Pedro: Sígueme" Juan 21.19
El Señor eligió a Pedro como apóstol suyo y pastor de su rebaño, por eso le pide que le siga, que sea su siervo y colaborador.-
A todos los que creemos en Él, Jesucristo nos hace la misma invitación, aunque cada uno tiene sus propios caminos, diferentes vocaciones y misiones. Todos podemos ser imitadores de Cristo; podemos ser con los demás como Él es con nosotros, y hacerles el bien, como Él hace con nosotros. A cada uno de los que le aman, Jesús les dice: "Sígueme". El apóstol Pablo escribió: " Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados, y andad en amor, como Cristo nos amó, y se entregó por nosotros".-
Nuestro Salvador dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abudancia". Es como si hubiera dicho: "Lo que tengo, también lo tendrás tu; lo que falte, me faltará a mí también. Aquí tienes mi santidad y justicia: ahora ningún pecado puede condenarte ningún mal vencerte, sino que tendrás vida y por toda la eternidad. Así como yo soy Justo y vivo eternamente, también tú serás justo y vivirás por los siglos de los siglos gracias a mí".-
Cristo quiere que nosotros también le digamos eso a nuestro prójimo, con el mismo amor. Como por ejemplo: "Estimado amigo, en Cristo he recibido perdón y salvación, y quisiera que tú también compartas la paz y alegría que siento. Déjame ayudarte, así como Él me ha ayudado". Es una actitud normal que un cristiano fiel no se encierre en sí mismo, sino que se abra a los demás para compartir lo que ha recibido y tiene. Eso es reconfortante. Actuar así es imitar a Cristo, es vivir para Aquel que murió y resucitó por nosotros, y no para nuestro ego natural.-
Es una forma de encarar toda nuestra vida, una actitud constante. Sin embargo, son pocos los que creen verdaderamente que Cristo valore tanto nuestro humilde servicio; son pocos lo que se esfuerzan por moldear su personalidad a semenjanza de nuestro Salvador.-

viernes, 25 de enero de 2008

"SABEMOS" -ROSENIUS-

"Conocemos que somos de la verdad" 1ª Juan 3.19
La persona que dice creer en Cristo, pero no está seguro de tener el perdón y la salvación, y se conforma con ese estado, viviendo en la incertidumbre, no ha renacido espiritualmente todavía; ha caído de la fe, es un hipócrita, o duerme el sueño de la incredulidad. ¿Cómo puede, por ejemplo, vivir contenta una esposa que no está segura del amor y la fidelidad de su marido?. Hay quienes niegan la posibilidad de estar completamente seguros del perdón de Dios, y nos califican a los que tenemos esa certeza como orgullosos y arrogantes. Piensan que es una fantasía nuestra, porque no han entendido la gracia de Dios en Cristo, que somos justificados por medio de la fe.-
Martín Lutero, el gran Reformador de la Iglesia en el siglo XVI, luchó muchísimo para dejar en claro este tema tan importante. En cierta ocasión dijo: "Cuando las personas religiosas que quieren alcanzar la salvación a través de sus propios esfuerzos y méritos personales, oyen que un pobre creyente en Cristo alaba y se alegra porque está seguro de tener el perdón de sus pecados por la gracia de Dios, hacen la señal de la cruz, y lo rechazan como si fuera un hereje, mientras ruegan que el Señor los guarde de caer en el orgullo de pensar que ya son hijos redimidos de Dios. Quieren humillarse, confesando que son pobres pecadores, pues -dicen- Dios solamente visitará con sus gracia a los humildes....Estos falsos santurrones no ven que la Palabra de Dios dice: "Sabemos que hemos pasado de muerte a vida"; "conocemos que somos de la verdad"; "Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero. Y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.-
Todos estos versículos nos dicen: "SABEMOS" Sabemos que somos hijos de Dios, sabemos que tenemos el perdón de nuestros pecados, sabemos que tenemos la vida eterna. Por eso debemos esforzarnos para arrancar de ráíz el error principal: LA DUDA SOBRE LA GRACIA DE DIOS".-

jueves, 24 de enero de 2008

"EL AMOR QUE ABARCA TODA TU VIDA"-ROSENIUS-

"Todo aquel que ama, es nacido de Dios" 1ª de Juan 4.7
Así como es imposible calentar el hielo mientras todavía es hielo, también es imposible amar verdaderamente a Dios y al prójimo antes de haber nacido de nuevo, "porque la mente carnal es enemiga de Dios, porque no quiere sujetarse a la ley de Dios, ni tampoco puede".-
El "amor" que uno cree tener a Dios antes de haber recibido un corazón nuevo, es imaginario, egoísta y pequeño. Se ama a Dios solamemte mientras Él hace y dice lo que nos gusta. Pero cuando nos prueba, o envía algo que no nos agrada, entonces murmuramos y nos quejamos de sus exigencias. Por naturaleza tampoco amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, sino que estamos más pendientes de nuestro propio bienestar.-
Así son los corazones de todos los seres humanos por naturaleza. Sí, todos sin excepción.-
Y ¿cómo se obtiene un corazón nuevo, que ame verdaderamente a Dios y al prójimo? Debes saber que nunca tendrás verdadero amor a Dios y al prójimo antes de que hayas recibido el gran amor de Dios para tu vida. El hielo de nuestro frío corazón se derrite ante el calor del amor de Dios.-
No debes comenzar ofreciendo tu amor a Dios. Tienes que comenzar recibiendo Su amor. El apóstol Juan dice: "En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados". Y Jesús dijo: "No me elegísteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros".-
Hablo del amor de Dios que santifica todo tu entendimiento; el amor que abarca toda tu vida, en este mundo y en la eternidad. O sea, el perdón de tus pecados y tu adopción como hijo de Dios.-

"PARA ESTAR PREPARADOS"-ROSENIUS-

"Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámpara encendidas" Lucas 12.35
Estas palabras nos enseñan algo muy importante, por medio de un ejemplo. Nuestro Señor dijo: "Sed semejantes a hombre que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue y llame, le abran enseguida". Jesús quiere que estemos preparados en todo momento para su venida. Es como si dijera: "Permitan que mi persona y mi voluntad sean siempre lo más importante en sus vidas. No se apeguen a los bienes materiales; no permitan que las pasiones humanas los dominen, y no sigan los malos ejemplos de la gente mundana, porque entonces no van a tener ganas de servirme, y no me recibirán con alegría...."
"No estaré visiblemente con ustedes por un determinado tiempo, pero volveré a manifestarme con gran gloria, y voy a juzgar a los vivos y a los muertos. Por eso, presten atención y estén preparados para ese día".-
Para estar preparados, dos cosas son necesarias. Primero, siempre tenemos que estar vestidos con la ropa de bodas. Eso significa vivir en la fe todos los días, vistiéndonos con la justicia de Cristo. Cada día tenemos que sentir remordimientos por nuestros pecados, arrepentirnos, y confiar en Cristo y su Palabra que nos ofrece y asegura el perdón. Eso es lo principal y lo más importante, para que podamos recibir al Juez Supremo con tranquilidad y alegría, porque "ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús" (Rom.8.1). De esta manera podemos morir en paz y ser aprobados ante el tribuna de Cristo.-
Y para que podamos entrar cómodamente al reino eterno de nuestro Señor, en lugar de entrar a duras penas, "así como por fuego", es necesario cuidarse del pecado y del mal y vivir en rectitud y amor, sirviéndole con alegía y fidelidad. ¡Cuidado! Que nuestros corazones no se carguen con los afanes de la vida, con avaricia, ni odio, ni resentimientos hacia alguna persona, ni ningún pecado, porque eso impide la comunión con nuestro Señor.-

miércoles, 23 de enero de 2008

NUESTRA PROPIA JUSTICIA- ROSENIUS-

"Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos" Gálatas 5.24
Este es un versículo inquietante y espantoso para los que se sienten seguros de su propia justicia, para los que no han desechado su "yo" natural, no depositan su esperanza únicamente en Cristo y todavía creen que deben y pueden hacerlo todo. No olvidemos el principio básico para hacer morir el "viejo hombre" y para que surja el "nuevo hombre": Primero es necesario "morir para la ley" , o sea, desechar conscientemente la idea de que podemos llegar a ser justos cumpliendo los Mandamientos de Dios; después podemos alegrarnos y sentirnos bienaventurados y salvos en Cristo porque solamente en El tenemos nuestra justificación y santificación.-
Antes, cuando yo trataba de ser justo por medio de la ley, todo me resultaba inquietante, pesado, difícil e imposible. Era como un esclavo atormentado. Pero después, cuando creí en Cristo como mi único Salvador, pude decir con el apóstol Pablo: "Por la ley, yo soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios". Me había esforzado para cumplir la ley a fin de llegar a ser justo ante Dios, pero no lo conseguí. Cada vez me sentía más condenado, confundido, débil, desamparado, y me"resultó para muerte". Pero todo lo que buscaba lo hallé en Cristo; en Él soy justo, santo y bienaventurado. Él es mi justificación y santificación.-
Y hay más: Después de haber creído en Cristo como mi Salvador, seguía creyendo que la santificación si era tarea mía, y realmente me esforcé mucho, oraba, luchaba contra las tentaciones, hice muchas obras....todo en base a mi esfuerzo y trabajo personal. Pero también en eso fracasé. No pude creer, ni orar, ni siquiera pensar por mi mismo lo que agrada al Señor. Entonces descubrí que también mi santificación era una gracia y un regalo del Señor, y así desapareció toda confianza en mi mismo. Llegué a ser nada, y "hallé que el mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte. Y ya no vivo yo más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".-

martes, 22 de enero de 2008

"NOS AFLIGE Y NOS ALEGRA" -ROSENIUS-

"He aquí yo hago nuevas todas las cosas" Apocalípsis 21.5
La renovación que Dios realiza por medio del Evangelio, es un verdadero nuevo nacimiento, obrado por el Espíritu . Es una nueva creación.-
Dios no solo abre espiritualmente nuestros ojos y oídos, sino que también nos da sentimientos y pensamientos nuevos; una nueva manera de hablar y de vivir. Por ejemplo, antes leíamos o escuchábamos la palabra de Dios, y era como si nada. Pero habiendo renacido espiritualmente, estamos conectados de tal manera con la Palabra, que ella nos asusta con sus amenazas y nos consuela con sus promesas. Nos aflige y nos alegra.-
El sentido de nuetra vida cambió totalmente. Antes teníamos nuestra propia opinión sobre temas espirituales, pero ahora seguimos una regla que es la palabra de Dios. Antes teníamos muchos buenos conceptos sobre nosotros mismos, y buscábamos consuelo y fuerza fuera del Evangelio, mientras que ahora, al mirarnos a nosotros nos desanimamos, y buscamos consuelo solamente en el Evangelio.-
Pero no ha cambiado solamente nuestra manera de analizar y entender, sino que nuestro mismo corazón ha cambiado. Ahora nos deleitamos y alegramos en cosas que antes nos parecían desagradables; y en cambio nos atormentan y moletan cosas que antes deseábamos mucho y nos divertían.-
Anteriormente, hablábamos de cosas vanas y superficiales con ligereza y de buena gana; ahora , nada nos gusta más que hablar de Dios, de su Palabra, su misericordia y su gracia, porque "de la abundancia del corazón habla la boca". También nuestro comportamiento ha cambiado. Antes vivíamos sin tener en cuenta la voluntad de Dios; ahora deseamos vivir en santidad y queremos disciplinar todo nuestro comportamiento.-
Resumiendo, SOMOS PERSONAS NUEVAS, CON NUEVAS PREOCUPACIONES Y NUEVAS ALEGRÍAS

sábado, 19 de enero de 2008

Queridos amigos y hermanos: ¡Paz del Señor!
Como podeis observar, mi "pericia" en estos menesteres me supera, pero creo que sabréis diculparme. Espero encontrar la ayuda necesaria para que la presentación y todo el plan a seguir sea mejorado. No es fácil a estas alturas de la vida, iniciarse en los sistemas de comunicación actuales. Como creo que el fin que pretendo no es la presentación como principio de arranque, lo hago contando con la buena volunta y comprensión vuestra, que sabréis ver lo importante y desestimar lo no relevante. Espero a la vez, que hagáis vuestros comentarios a la cuenta de correo y preferiblemente dentro del Blog, para que los demás tengan acceso .-
Mi propósito es simplemente haceros partícipes de aquello que para mi misma es de provecho y crecimiento espiritual a la luz de la Palabra de Dios. Procuro meditarlo, buscando que el Espíritu Santo me ilumine a fin de encontrar Su propósito y voluntad .Y por consiguiente si hay que rectificar las conductas y el mensaje, pedir al Señor la valentía y coraje que cualquier recitifcación conlleva. La realidad es que pareciera que sin ir muy atrás en los tiempos, el Evangelio que se enseña actualmente en demasiados púlpitos, tiene poco que ver con las formas y contenidos anteriores y no tan lejano en el tiempo.-
La Iglesia, con demasiada frecuencia está usando más la sicología con pinceladas de sociología que se aplica en los tiempos actuales, lo cual lo enseñan para ayudar a esclarecer ciertas conductas en los creyentes, como si éstas mejoraran su relación personal con el Señor al hacer esos cambios emocionales. Lo lamentable, es que el corazón del hombre cambia en su conducta externa, pero la Iglesia, el Evangelio no pretende ese cambio, ese viene dado de otro más profundo que es el que debemos proclamar sin otra base que la Escritura y la asistencia del Espíritu Santo para hacerla clara, viva, y fructìfera en el órden INTEGRAL del indivuduo.- El Espíritu Santo nos ha sido derramado para "llevarnos a Cristo" y" recordarnos toda verdad" y esa está en la ESCRITURA sin añadido alguno ni anterior ni actual, sea eclesiástico o filosófico.
Los métodos actuales tienen su aplicación, pero el cimiento de la salvación y por lo tanto de nuetra justificación y santificación están basados en la Obra Redentora de Cristo que efectúa un Nuevo Nacimiento el cual produce una vida nueva que va santificándose por esa Palabra de Dios inmutable. Este proceso parte del interior del hombre y se exterioriza en su forma de actuar como algo natural y no a base de conductas externas que en un esfuerzo natural, pretendemos que cambien la espiritual.- Todo tiene su lugar si lo colocamos en su verdadero órden, pero si lo suplantamos no llegamos a nnguna parte como hijos de Dios y nuestro mensaje carece del beneplácito y unción suya. De ahí que las conversiones sean tan pocas y hasta lo parezcan y no sean, pues solamente fueron cambios de hábitos que no prevalecen después.-Trabajamos en nuestras fuerzas y en base a nuestros proyectos unipersonales muchas veces, lo cual no tiene nada que ver con la dependencia en fe de lo establecido por el Señor y al final no se avanza, no se alcanza al pecador con el mensaje de la Gracia para guiarle en la enseñanza del seguimiento al llamado divino, para ir en pos de su Salvador personal, Cristo Jesús viviendo por y para Él y siendo un verdadero testigo suyo hasta entrar en Su Presencia.-

viernes, 18 de enero de 2008