domingo, 27 de enero de 2008

"EL FRUTO DEL ESPÍRITU" -VICTORIA-

Hemos estado leyendo algunas de las Meditaciones del pastor Rosenius, las cuales han estado basadas principalmente en la Gracia.-
Siempre viene bien recordar que hemos sido salvos por PURA GRACIA, nada que merecíamos y nada que podamos añadir de nuestros "méritos" a ella para ser justificados.-
Me gustaría Reflexionar sobre EL FRUTO del Espíritu como Pablo lo describe a los Gálatas en su epístola cp. 5.22-23 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".-
Es una realidad que el nuevo nacimiento se produce en nuestro espíritu y que la semilla de la Palabra de Dios que ha caído en buena tierra y muere, germina la nueva vida en nosotros y arraigada fructifica a 100 a 60 y a 30 por uno.- Y esto tampoco se efectúa por nuestra actuación personal, sino en FE, dejando nuestra voluntad rendida a la obra santificadora que el Espíritu Santo va produciendo por la Palabra de Dios que nos revela Su voluntad y nos da el poder para vivir por ella.- Su Palabra y la oración, va fortaleciendo el "hombre interior" que desea agradar al Señor, no como "compensación" no, sino en el amor que ha sido derramado en nuestros corazones por lo que Él ha hecho por nosotros, cuando aún estábamos perdidos en nuestros delitos y pecados.-
Cualquier planta por sí misma no realiza nada para desarrollarse, sino simplemente queda arraigada y se nutre cada día de los nutrientes que la tierra le proporciona. La planta solamente se limita a absorber el bien que recibe. Y conforme a la semilla que fué plantada, murió en la tierra y germinó para vida, así da el fruto y la calidad del mismo.-
Si la planta no ha enraizado bien, o se se descuida su limpieza y poda, o escasea la lluvia y no se riega a tiempo, sufrirá, no se desarrollará debidamente y por sus carencias estará propensa a ser atacada por las plagas que le circunden. Es probable que logre cubrirse de hoja, pero los brotes del fruto no aparecerán.- Todos la podrán identificar, pero cuando busquen el fruto en su tiempo, o no existe o no se ha sazonado debidamente, porque los contratiempos la han arruinado, no hay cosecha, y lo poco que hay está dañado, no sirve, es incomestible....hay que tirarlo tristemente.-
Vamos, "así como por fuego" se salvará lo que se logre.-
Pero el Señor pretende cuando nos busca y nos identifica, hallar FRUTO. Ese fruto del Espíritu que producen (v.24) "....Los que son de Cristo (y) han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (25) Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu". Ya hemos crucificado la carne, en la cruz del Señor morimos y en el Espíritu de su resurrección vivimos. Ahora no temamos pensando que es imposible llevar FRUTO. ¡No!, ¡Es posible! En nuestras facultades, o fuerzas, o méritos, ¡Jamás! El diablo nos derrotaría en el propio impulso carnal nuestro. Pero si "vivimos por el Espíritu, andemos también por Espíritu" y ese FRUTO se producirá de forma natural en el hijo de Dios. Dejemos que El lo haga germinar y producir y lo nuestro es darle gloria y alabanza mientras somos nutridos, limpiados y regados con las lluvias de gracia, con las aguas "del Rio limpio de agua de vida, resplandciente como cristal, que sale del Trono de Dios y del Cordero" Apc. 22.1

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