miércoles, 23 de enero de 2008

NUESTRA PROPIA JUSTICIA- ROSENIUS-

"Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos" Gálatas 5.24
Este es un versículo inquietante y espantoso para los que se sienten seguros de su propia justicia, para los que no han desechado su "yo" natural, no depositan su esperanza únicamente en Cristo y todavía creen que deben y pueden hacerlo todo. No olvidemos el principio básico para hacer morir el "viejo hombre" y para que surja el "nuevo hombre": Primero es necesario "morir para la ley" , o sea, desechar conscientemente la idea de que podemos llegar a ser justos cumpliendo los Mandamientos de Dios; después podemos alegrarnos y sentirnos bienaventurados y salvos en Cristo porque solamente en El tenemos nuestra justificación y santificación.-
Antes, cuando yo trataba de ser justo por medio de la ley, todo me resultaba inquietante, pesado, difícil e imposible. Era como un esclavo atormentado. Pero después, cuando creí en Cristo como mi único Salvador, pude decir con el apóstol Pablo: "Por la ley, yo soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios". Me había esforzado para cumplir la ley a fin de llegar a ser justo ante Dios, pero no lo conseguí. Cada vez me sentía más condenado, confundido, débil, desamparado, y me"resultó para muerte". Pero todo lo que buscaba lo hallé en Cristo; en Él soy justo, santo y bienaventurado. Él es mi justificación y santificación.-
Y hay más: Después de haber creído en Cristo como mi Salvador, seguía creyendo que la santificación si era tarea mía, y realmente me esforcé mucho, oraba, luchaba contra las tentaciones, hice muchas obras....todo en base a mi esfuerzo y trabajo personal. Pero también en eso fracasé. No pude creer, ni orar, ni siquiera pensar por mi mismo lo que agrada al Señor. Entonces descubrí que también mi santificación era una gracia y un regalo del Señor, y así desapareció toda confianza en mi mismo. Llegué a ser nada, y "hallé que el mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte. Y ya no vivo yo más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí".-

3 comentarios:

tino dijo...

Hola Victoria, solo es una prueba para ver si funciona.

Unknown dijo...

hola victoria,tambien solo para ver scomo eso va,que dios te bendiga

tino dijo...

Hola Victoria.
Realmente, cuando el Señor me salvo, yo solamente conocia una ley, la de mi conciencia. Esta ley, segun había ido pasando el tiempo, cada vez se había vuelto más suave y benevola, hasta el punto que había pocas cosas que yo pudiera hacer para transgredirla. En eso estaba yo, bastante mal por cierto, cuando el Señor empezo a llamar a mi corazón. Despues de un proceso de deterioro general, fisico, emocional y espiritual, clame a Cristo, pidiendole que me cambiara, que me llenara de El.
"El me cambio, y me hizo nacer de su voluntad", como dice en santiago 1 : 18.
No tengo dudas sobre lo que Dios hizo, que yo no podía hacer.
También vino a vivir en mí, me lleno con su Espiritu Santo como yo deseaba.
Luego viví un tiempo experimentando sensaciones nuevas en mí y deleitandome en lo que Dios había hecho; también viviendo de manera diferente a antes,; ya no era el de antes.
Tambien tuve que ser "hacedor de la palabra, y no tan solamente oidor, para no engañarme a mi mismo" como sigue diciendo en santiago 1 : 22.
Con el paso del tiempo, y también de muchos golpes, he aprendido a "vivir firme en la libertad con que Cristo me hizo libre". galatas 5 : 1.
Trato de tener cuidado que mi libertad no dañe al hermano que es debil en su fé ( yo a veces también lo soy) y no puedo olvidar que aunque todo me es licito, no todo me conviene y edifica.

Bueno, solo es un comentario para animar a otros a que pongan los suyos.

Saludos en Cristo a todos.