"DE CRISTO ESTÁIS REVESTIDOS" (Gálatas 3.27) ROSENIUS

"Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la Palabra.- Efesios 5.25-26

Explicando el Salmo 118, el Doctor Martín Lutero dijo: "Como descendientes de Adán, estamos condenados por nuestra condición de pecadores; en nosotros no hay ni justicia ni santidad. Pero una vez que hemos sido bautizados en Cristo, somos santos y justos gracias a Él,porque Él ha quitado nuestros pecados, y nos adorna y cubre con su santidad".-

Quien se avergüence de considerarse a sí mismo santo y justo en Cristo, y prefiera lamentarse toda la vida por ser un pobre pecador, vive como si quisiera decir: ¨No creo que Cristo haya muerto por mi, ni que pueda purificarme, ni creo que mi bautismo me sirva de algo¨.-

Es cierto que si razonamos friamente, todo esto nos puede parecer una locura: Que somos justos y santos a los ojos de Dios, mientras que al mismo tiempo seguimos siendo pecadores débiles y angustiados.... que el bautismo y la fe nos conviertan en santos y puros...¡Parece una locura!

En el Evangelio hemos llegado a comprender que Dios ha decidido salvar a la humanidad caída en el pecado, enviando a su Hijo unigénito al mundo, para que viva y muera en nuestro lugar; para que padezca todo el castigo que nosotros deberíamos padecer. Y Dios ha decidido darnos en el bautismo todo lo que el Evangelio nos anuncia y promete, porque "todos los que ha sido bautizados en Cristo, de Cristo están revetidos".-*

A pesar de ello, en nosotros permanece la tendencia de cubrirnos con nuestra propia justicia, para aparecer ante Dios tan puros o impuros como seamos en nosotros mismos.-

Cuando nos sentimos más espirituales, más devotos y rectos, pensamos que somos puros y que agradamos a Dios. ¡Qué locura!

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*Texto literal del griego: "Porque cuantos en Cristo fuisteis bautizados, de Cristo fuisteis revestidos" Gálatas 3.27