Un fruto de la fe, un resultado de la conversión a Cristo, es el nuevo amor para con los demás hijos de Dios. ¿Te has dado cuenta de ello? Sientes amor hacia todos los que creen en Jesucristo, le buscan y le aman; incluso hacia los que no te han tratado del todo bien.-
Si esto sucede contigo, es una clara muestra (mucho más que una magnífica obra buena), de que en tu vida se ha producido un nuevo nacimiento por el Espíritu de Dios.-
Quizás pienses que no puedes considerarte un hijo de Dios todavía, porque tu cristianismo es muy incompleto. En eso caso recuerda que vale mucho más lo que Dios dice en su Palabra, que lo que tu puedas pensar sobre tí mismo.-
Pero sino quieres estar con otros cristianos, y te sientes mejor estando sólo, "con Dios y la Palabra", es una mala señal. Aunque hayas dejado los vicios y te comportes honradamente; aunque leas la Biblia, ores y confieses tus pecados... por muy bueno que sea todo eso, es un falso arrepentimiento, aún estás lleno de orgullo, y no vives como Dios quiere.-
El verdadero arrepentimiento y la sincera conversión obrado por el Espíritu tiene esta señal: "El amor para con los hermanos".-
Si vives en el arrepentimiento que hace que tu dismunuyas mientras Cristo crece, entonces llorarás por tus propias faltas y tendrás a otros creyentes por mejores que tú. Te integrarás al grupo de los que son coherederos de la vida eterna contigo, y serás "de un corazón y un alma" con ellos, como lo eran los primeros cristianos entre sí.-
1 comentario:
Me gustan las pruebas de que somos hijos de DIOS, porque a veces puedo sentirlo, y otras veces no.
A veces siento que amo a los hermanos y otras veces no.
Pero el amor no son sentimientos, sino acciones.
El mandamiento es: "amaros los unos a los otros como yo os he amado".
Una de las cosas que a mi personalmente me da pruebas de que le pertenezco a EL es lo que dijo el Señor en Jn14:21 "El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama..." y el mandamiento de amar a los hermanos con hechos y oraciones, es prueba de que amamos al Señor obedeciendo sus mandamientos... lo sintamos a veces o no.
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