"NACIDOS BAJO LA LEY" ROSENIUS

"Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y NACIDO BAJO LA LEY PARA QUE REDIMIESE A LOS QUE ESTABAN BAJO LA LEY, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos" Gálatas 4.4-5

Cuando Dios decidió salvar a la humanidad caída en el pecado, y redimirnos de la ley, tuvo que hacerlo sin dejar de ser Justo. Y esto fué posible por medio de su Hijo, que nació para vivir perfectamente de acuerdo con la ley, sin quebrantarla jamás. ¡El Señor de la ley se humilló a Sí mismo, convirtiéndose en un ser humano, y estando en esa condición, se hizo obediente a la ley, en nuestro lugar!

La desobediencia de Adán y Eva tuvo consecuencias espantosas: Perdieron su inocencia y santidad original, se echaron a perder, volviéndose totalmente corruptos. Y nosotros, todos lo que descendemos de ellos, es decir, todas las personas sin distinción, heredamos el veneno del pecado y la maldad. Ya no tenemos la fuerza moral como para vivir según la voluntad de Dios, ni nos interesa. Al contrario, por naturaleza odiamos a Dios y rechazamos su ley con desprecio. En lugar de amar a Dios de todo corazón, lo ignoramos con fría indiferencia, cuando no lo provocamos con nuestra rebeldía; a nuestro prójimo, en lugar de amarlo como a nosotros mismos, lo usamos como un objeto: Si no lo necesitamos, lo ignoramos. Eso sí: ¡Que los demás nos sirvan....! pero en ayudar a los necesitados, ni queremos pensar.-

Usando palabras de la Biblia, podemos decir brevemente que todos somos de una naturaleza "carnal, vendida al pecado" Que "no hay justo, ¡ni aún uno! No hay quien entienda no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno". Así es el ser humano cuando viene al mundo, "no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede".-

Como Dios es Justo, no pudo ceder ni una jota ni una tilde de su ley. Por lo tanto, todos caímos bajo su maldición, mereciendo la muerte temporal y la eterna condenación. Pero como Dios es Amor, tuvo misericordia de nosotros, e hizo que su Hijo unigénito naciera bajo la ley, para redimirnos, rescatarnos y librarnos de todo pecado, de la muerte y del poder del diablo.-