"EL ENVOLVENTE ABRAZO DE DIOS" Ulf Ekman

"Como el padre se compadece de los hijos" Salmo 103.13

Dios no es sólo Todopoderoso, Él es un Padre misericordioso y lleno de gracia. Él tiene un regazo tan amplio y suficiente que ahí permite allegarse a todos sus hijos. Independientemente de lo grande y capaz que seas e independientemente de lo asustado y rechazado que te sientas.TODOS necesitamos ir al regazo paterno. Ahí podemos llorar. Ahí podemos buscar consuelo. Ahí podemos descansar y recibir fuerza. Cuando el niño pequeño se arrastra hasta el regazo paterno, no es la prestación sino la relación lo que es importante.-

El Padre no hace de su regazo un tribunal. Él no se muestra incriminatorio hacia su tierna criatura. No, ahora es la relación, la comunión y el amor quien aconseja. El trabajo puede esperar. La ocupación recibe descanso. Las luchas ahora se encuentran muy lejos..., los ojos del hijo se pierden en los del padre a al vez que sus brazos, lenta y tranquilamente llenos de amor, abarcan totalmente el cuerpo del niño. En lo íntimo de su ser el niño, siente como el amor viene con su poder sanador a través de los brazos paternos.-

Y allí queda sentado. El tiempo se para, una pequeña porción de la eternidad aquí y ahora..., nada es importante. Nada es valioso, Nadie dice nada, solamente está ahí sentado, el niño ha descansado su alma inquieta, y el Padre se inclina confiado, determinante y avasallador sobre el cuerpo rendido del hijo. Los dos respiran lenta y acompasadamente y la gracia fluye. Sí, gracia sobre gracia. El hijo aguarda, espera, escucha y calla.... El Padre permite que su vida se derrame y fluya y"...un abismo clama por otro abismo", la vida produce vida. Así se llenan todos los depósitos del espíritu, alma y cuerpo y, cuando la tormenta se presenta y la necesidad viene al encuentro se despiertan nuevas visiones, nuevos días, nuevos desafios.....y nuevas aventuras.-

ORACIÓN: Dios, Tú que me rodeas con tus brazos por todos los lados y satisfaces mis necesidades, quiero agradecértelo en el Nombre de Jesús ¡AMÉN!

Tr. V. Glez. Boto