Cada creyente ha recibido la justificación de parte de Dios. La hemos recibido por gracia en Cristo Jesús. Ahora estamos en esa posición en base a la sangre de Cristo Jesús donde estamos en "pleno derecho". Somos declarados justos por causa de Jesús. Esta justificación nos da paz y gracia delante de Dios. Podemos ir a Él y andar con Él como si no hubiéramos cometido error alguno. Tenemos una posición justa delante de Él y Dios nos mira con agrado en Cristo Jesús. La versión sueca de la Biblia del año 1917 traduce así las palabras de Isaías 54.14"Todo pensamientos de opresión esté lejos de ti". Este versículo habla de pensamientos de temor porque no hemos comprendido la justificación de Dios. A veces partimos de nosotros mismos en vez de partir desde Dios. Así miramos solamente nuestra propia insuficiencia en vez de mirar o comprender lo que Dios ha hecho por nosotros en Cristo confiando y descansando en ello.-
La justificación es un fuerte refugio para nosotros. Por eso se le llama también "la corona de justicia" . Trabaja para nosotros. Nos fortalece. Ella protege nuestra mente y protege nuestra vida. Tanto de los pensamientos sobre el temor o de cosas espantosas que puedan sobrevenirnos. Todo aquello que desea quebrantarnos, arruinarnos o destruirnos, la justificaciòn puede protegernos de ello. Jesucristo es nuestra JUSTICIA: "Más por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención" (1ª Corintios 1.30). Cristo es el príncipe de justicia, el primer y principal justo. En Él tenemos toda la protección que necesitamos tanto para nuestros pensamientos como para nuestra propia vida.-
ORACIÓN: Gracias Señor porque tu justicia me protege en todos los flancos, me fortalece y me cuida. En Ti soy hecho justo, lleno de gracia, bendecido y cuidado. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
Tr. V. Glez. Boto
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