jueves, 28 de agosto de 2008

"EL PERDÓN DE LOS PECADOS" - Rosenius (2ªParte)

EL PERDÓN ES EL QUE NOS SALVA
Si tengo mis pecados perdonados, ya soy un querido hijo de Dios. ¿Qué más puedo desear en esta vida?. Pero, si no tengo el perdón de mis pecados, ¿existirá alguna cosa que pueda beneficiarme? ¡Qué infeliz es el hombre cuyos pecados no le han sido perdonados! Está bajo la ira de Dios. Es maldecido en todo momento: cuando entra y cuando sale de su casa; cuando está en su hogar y cuando está en su trabajo; en la ciudad y en el campo; cuando está triste y cuando está feliz. El hombre sin el perdón de Dios está bajo maldición a lo largo de toda su vida, incluso en la muerte y en la eternidad.-
LO MÁS DIFÍCIL
Enseñar acerca del perdón de los pecados y aplicarlo apropiadamente a la vida de uno es lo más difícil que hay. Es particularmente difícil para cristianos indisciplinados e inexpertos. Ellos podrán oír, leer y hablar mucho sobre la gracia de Dios, pero no la piden para sí mismos; ven tanta debilidad y pecado en ellos mismos que se desalientan y son derrotados. Les parece que no pueden tener ni sentir la gracia de Dios en sus propias vidas. Se vuelven débiles y dudan, y eso es aprovechado por el Diablo, quien desde el principio se propuso destruir su fe.-
Déjame decirte algo: No existe cristiano que esté tan familiarizado con el evangelio ni tan avanzado en la fe, que en un momento u otro no tenga miedo o inquietud acerca de la condición de su propia alma. Incluso los más grandes santos, los que comunicaron en lenguaje casi angelical la remisión eterna por la sangre de Cristo, en ocasiones se encontraron a sí mismos débiles y preocupados por sus propias almas. Entre esos hombres estaban David, Pablo y Lutero.-
Muchos no pueden entender esto. Piensan que creen en la gracia de Dios y en el perdón de los pecados es la cosa más fácil del mundo. La primera vez que leen un tratado o escuchan predicar un sermón sobre esto, piensan que ya saben todo lo que hay que saber. Algunos incluso afirman que están muy firmes en la gracia.-
Lutero dice que a lo largo de toda la vida jamás podremos saber más de lo necesario sobre este tema, pero muchos se disgustan ni bien tienen que aprender algo nuevo al respecto. Yo mismo he promovido por muchos años el estudio de esta doctrina del perdón de los pecados -por medio de cartas, sermones, etc.- pero no me puedo loar a mí mismo como si dominara el tema.-
Continuará...

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