San Juan agrega que Cristo es la expiación por nuestros pecados. ¿Qué pecados? Todos.
Esta es la doctrina revelada en la palabra de Dios sobre el perdón de los pecados, el perdón diario y eterno. Es una doctrina tan confortante que ningún cristiano falso o hipócrita debería escucharla, porque la interpretaría mal, para su propia condenación.-
Los verdaderos cristianos pueden caer en el pecado y ser disciplinados con azotes de parte de Dios. Pero Dios no les quita su gracia, porque Cristo es el Abogado de ellos.-
Por otra parte, los que no reciben estos castigos y viven días, semanas y meses sin lamentar sus pecados, se vuelven complacientes con su maldad. Sin duda esos son bastardos y no verdaderos hijos: " Pero si se sos deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos y no hijos" (Hebreos 12.8). Están espiritualmente muertos. Son hipócritas. Son siervos inútiles, comparables a una lámpara sin combustible, que no puede alumbrar.-
Estos falsos cristianos no quieren superar o abandonar sus pecados, sino que los defienden y disculpan. Ellos son los que "..convierten la gracia de Dios en libertinaje..." (Judas 4)Están practicando el pecado y como dice el apóstol: "El que practica el pecado es del diablo... Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1ª Juan 3.8-9).
"Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1ª Juan 1.8-9)
"LA SANGRE DE JESUCRISTO SU HIJO NOS LIMPIA DE TODO PECADO" (1ª Juan 1.7)
FINAL del TRATADO
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