"En aquel día cantarán este cántico en tierra de Judá: FUERTE CIUDAD TENEMOS; salvación puso Dios por muros y antemuro. Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades.
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en tí ha confiado.
Conifiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos".-
LECTURA EN LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES cp. 4.8-9
"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, EN ESTO PENSAD.
Lo que aprendisteis y recibisteis y oiteis y visteis en mí, ESTO HACED; y el Dios de paz estará con vosotros".-
El profeta se expresa con un cántico diciendo que, lo hijos de Dios cantarán en la tierra de Judá, en la tierra prometida, en la posesión que Dios les dió cuando les sacó de la esclavitud de Egipto.
Es en Judá donde podían sentirse seguros de todos sus enemigos y por ello exclamar desde lo profundo de su alma: "¡Fuerte ciudad tenemos! Salvación puso Dios por muros y antemuro".-
Tenían una protección que les hacía vivir confiados; la SALVACIÓN de Dios era inexpugnable frente al enemigo, era como muros y antemuro para su mayor seguridad.
El profeta sabía bien lo que cantaba, por eso exclamó: "ABRID las puertas y entrará la gente justa, guardadora de verdades". A la salavación que Dios ha provisto en todos los tiempos para el hombre hay que entrar por LA PUERTA, no se entra haciendo "butrones" por cuenta propia.
Por la PUERTA, que es Cristo, el que entra, es justificado por Él y se gozará dentro de la "ciudad de Dios" (su Reino, su Iglesia) y será llamado justo y se le distinguirá del resto porque su deleite y voluntad será guardar las verdades del reino de los cielos. Su pensamiento está ocupado en todo lo que es verdadero, honesto, justo, puro, amable y de buen nombre.
A éstos, el Señor promete guardarles en completa paz. No porque en el mundo en que vivimos sea precisamente lo que impere y nos rodee, sino porque nuestro pensamiento persevera confiado en Cristo, el cual en medio de las turbulencias grita dentro de nosotros: "¡PAZ A VOSOTROS! Esa paz que "sobrepuja todo entendimiento" Esa paz que el mundo no tiene ni puede comprender, porque no depende de las circunstancias sino que es un pilar dentro del corazón del hijo de Dios; pilar (verdad), que está cimentado, no en nada que nosotros hayamos hecho, sino en la obra Redentora del Hijo de Dios la cual es inalterable y perdurable eternalmente.-
Por eso, nosotros ahora también podemos unirnos al cántico del profeta Isaías y decir a todas las naciones:¡FUERTE CIUDAD TENEMOS! SALVACIÓN PUSO DIOS POR MUROS Y ANTEMURO"
V. Glez. Boto
No hay comentarios:
Publicar un comentario