miércoles, 6 de febrero de 2008

"ESTO VINO DE DIOS" Matilda Nordtvedt (1ª Parte)

"Si tan sólo la ambulancia hubiera venido cuando la llamé..." dijo la afligida viuda, "mi esposo no hubiera muerto, O si mi médico hubiera aceptado que lo llevara a Rochester como le sugerí.."Estos pensamientos "si.."atormentaban a mi acongojada vencina. Me apresuré a decirle que era de Dios que su esposo fuera llevado en ese momento. Era parte de su perfecto plan para ellos. Solo cuando lo aceptó como su voluntad, encontró la paz.-
"¿Estará Dios en todo?" es el título de un capítulo del libro de Hannah Whitall Smith, "El secreto de una vida cristiana feliz". Su respues es un rotundo sí.-
Durante mi experiencia del "túnel" llegué a este hermoso capítulo y comencé a entender una verdad que cambió mi vida. En mi depresión, muchas cosas me causaban confusión, mi angustia mental se intensificaba cuando oía acerca del sufrimiento de otros. No podía ver las noticias en la televisión, las ciudades destruidas por la guerra, los niños huérfanos, la gente muerta de hambre en Biafra. No podía soportar enterarme de parejas que estaban pensando en el divorcio, chicos que se revelaban contra sus padres, gente anciana languideciendo en la soledad. Nada tenía sentido, hasta que llegué a aquellas palabras; "Debes ver a Dios en todo".-
¿En todo? Siempre había podido ver a Dios en algunas cosas: las dificultades financieras me hicieron que confiara más en El; las enfermedades me dieron paciencia, la muerte de algún ser querido me hizo poner la mente más en las cosas celestiales. Reconocía estas adeversidades como bendiciones encubiertas. Pero ¿todo, Señor? ¿La falta de amabilidad de los cristianos? ¿Los hijos descarriados? ¿Qué del hijo de nuestros vecinos que se escapó de la casa para unirse a un grupo de hippis? ¡Tú no puedes estar en eso!
Romanos 8:28 dice:"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien", pero yo lo había acomodado para leer "algunas cosas ayudan a bien".Tal vez podría ir un poco más allá y agregar que la mayoría de las cosas ayudan a bien; per ¿todas las cosas? Creer eso, realmente revolucionaría mi vida. Podría dar gracias en todo, como Dios manda. ¿Me animaría a hacerlo?
Si creyera eso, podría ver mis problemas o pruebas no siempre como causadas por Dios, porque El, no es el autor del mal, sino como permitidos y utilizados por Él. El sufrimiento de Job fué provocado por Satanás -fue su idea- pero Dios le dió permiso para afligir a Job; de otra manera no hubiera podido hacerlo.-
Nuestro Dios es tan sabio, tan poderoso, y tan amante que puede hacer que ira del hombre lo alabe "Ciértamente la ira del hombre le alabará..." Salmo 76.10. Como les dijo Moisés a los israelitas respecto de la maldición de Balaam sobre ellos:"Jehová Dios te convirtió la maldición bendición" Deut.23.5 Nuestro Dios puede hacer eso, por imposible que pareza. Sí, El usa incluso a Satanás y sus tentaciones como parte de su plan para llevar a sus hijos a la madures espiritual.-
Alguno puede pensar que el sostener esta convicción puede inducir a la gente al fatalismo, a aceptar todo en la vida como si fuera inevitable, o como dicen algunos, "lo que tiene que pasar, pasará, y no hay nada que yo pueda hacer". El fatalismo atribuye todo al destino. Uno que ve a Dios en todo, mira por la fe a un amante Padre celestial, completamente sabio conocedor de todo, que cambia incluso el mal del mundo en algo bueno para sus hijos.-
Un día, en una reunión de señoras, una joven mujer habló sobre este tema. Realmente creía l que dice Romanos 8.28. Usó como ejemplo a José, del Antiguo Testamento. ¡Era bueno que los hermanos de José fueran celosos? ¿Era bueno que lo hayan vendido como esclavo? ¿Era bueno que la esposa de Potifar lo acusara falsamente haciéndolo terminar en la carcel? ¡Claro que no! Ninguna de estas cosas era buena en sí misma. No venían de Dios. Pero Dios, en su gran amor y sabiduría, hizo que obraran para el bien de José. Usó estas experiencias para entrenar a José a que llegara a ser gobernador de Egipto, y salvara a Israel -además de mucha otra gente del mundo - de morir de hambre durante la época de escasez. El testimonio del mismo José fué:"Vosotros pensasteis mal contra mi, pero Dios lo encaminó a bien".-
Es como las galletitas. Los ingredientes -mantequilla, harina, sal, bicarbonato -no son muy ricos por sí solos. ¡Pruébalos y verás! Pero cuando una cocinera experta los mezcla en proporciones correctas, los pone en un molde y los hornea, no hay nada más delicioso. Dios quiere tomar los ingredientes desabridos de nuestra vida y convertirlos en algo hermoso.-
La oradora también consideró el versículo siguiente de Romanos 8.28, que generalmente despreciamos. ¿Por qué razón permite Dios que nos ocurran estas cosas? Para que "sean hechos conforme a la imagen de su Hijo". Nos está entrenando para una tarea específica como lo hizo con José, no sólo para ahora sino para la vida venidera.-
Estaba ansiosa por conversar con la oradora después de la reunión, porque ella habia volcado en palabras, precisamente lo que yo había comenzado a aprender. Al conversar con ella me di cuenta que la vida no le había sido fácil. Sufría una afección física, además de eso, uno de sus pequeños hijos tenía un trastorno emocional. Pero lo tomaba todo como parte del plan de Dios para ella, dejaba que Dios utilizara las dificultades de su vida para su bien. estaba haciéndose cada vez más semjante a Cristo. ¡Qué hermoso!.-
¿Qué de nuestros fracasos? ¿Culparemos a Dios por ellos? Por supuesto que no. Nosotros somos responsables de nuestro actos. Muchos sufrimientos nos los acarreamos nosotros mismos por nuestras actitudes y decisiones equivocadas. Escogemos nuestro camino y no el de Dios, y fallamos miserablemente. Sin embargo podemos beneficiarnos incluso de nuestros fracasos si dejamos que Dios nos muestre en donde hermos errado y aprendemos las lecciones que El nos trata de enseñar al dejarnos fracasar.-
Copiado de "El tunel de la Depresión" cp. 7 (Continuará)

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