martes, 5 de febrero de 2008

LECTURA EN EL EVANGELIO DE MATEO 21.43-44

"Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará".-

Jesús está en el templo y los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientra enseñaba, y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?".-
Los hombres hasta el día de hoy, cuando un siervo de Dios actúa o habla con autoridad y no se quieren someter a ella, cuestionan al hombre de Dios y su mensaje.-
Jesús no se para a responder algo que en principio, nadie iba a aceptar y les responde con otras dos preguntas: "El bautismo de Juan ¿De dónde era?, ¿del cielo, o de los hombres?" Y por fin, viéndose atrapados en sus mismas conjeturas, tuvieron que responder:"No sabemos", por lo cual Jesús les tapa la boca diciéndoles: "Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas".
Es así cuando el hombre, conocedor de las cosas de Dios, que sabe lo que Su Palabra enseña para hacer Su voluntad y no quiere someterse a ella, siempre cuestiona lo que en el fondo sabe que es verdad, y que a su vez debe admitir como norma y guía de conducta para su vida.-
No importa lo que expongas, siempre encontrará la pregunta para esquivar la realidad que conoce, pero que le cuesta seguir o sea obedecer.-
A veces como al joven rico, no es fácil aceptar el precio del seguimiento. Seguir a Jesús siempre ha costado. En algunos casos hasta la propia vida, pero sin llegar a esos términos, a nuestro pronio ego, le "chirría" a veces el doblegarse, y admitir con mansedumbre la autoridad de la Palabra de Dios y buscamos subterfugios como escudos, para seguir nuestro camino.-
La realidad no cambia porque a nosotros no nos guste.-
Reunidos en el Templo todo el Sanedrín y los sacerdotes en aquel momento, y después de la Parábola de los dos hijos, donde de nuevo tienen que contestar racionalmente y verse presos de su propio razonamiento diciendo, que "el primero" fue el que hizo la voluntad de su padre. Jesús cae sobre ellos y les dice:" De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios, Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentísteis después para creerle".-
No bastó con esa parábola, sino que les cierra más el círculo y les narra la de "Los labradores malvados". Ahí, entre los siervos y el hijo, que el padre de familia envió a la viña y que terminan matando al heredero, para "apoderarse de la heredad", ya no hay disyuntiva, A la pregunta de Jesús: "Qué hará a aquellos labradores?. La respuesta es sin rodeos: "A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores , que paguen el fruto a su tiempo".-
Jesús les recuerda las Escrituras: "La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza de ángulo...."
Desecharon a los profetas, desecharon a Juan el Bautista y ahora está delante de ellos en el propio Templo aquel que es "mayor que el Templo" y sigue siendo desechado por los que conocen la Escritura.- Por eso la sentencia practicamente se la habían pronunciado ellos mismos. Jesús les dice : "Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a gente que PRODUZCA los frutos de él. Y el que cayere sobre esta piedra (Cristo) será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará".-
Hay dos realidades. Conoces la Ley, ella te acusa, te redarguye y quiere hacerte ver que en la condición que te encuentras y que tú bien conoces, sin excusa alguna, no tienes más remedio que SER QUEBRANTADO por el Espíritu Santo. No busques la excusa en otros, o en las circunstancias. Busca el fallo dentro de tí y déjate ser guiado al reconocimiento de tu culpa.-
Si CAES sobre la PIEDRA VIVA; Cristo Jesús, te romperás, te quebrantarás y resurgirás para vida eterna, justificado por Él y viviendo para Él.-
Pero si lleno de excusas y autocomplacencia continúas por tu camino, tu propio pecado te alcanzará y al final esa misma PIEDRA te desmenuzará. O sea, te condenará. La propia obra Redentora de Jesús te acusará al haberla rechazado.-
Mientras hay vida, el hombre y la mujer tiene la oportunidad a su alcance. El Señor siempre está esperando que seamos sabios y nos volvamos a Él para recibir su perdón. No importa lo que hemos hecho, ni tampoco pensemos que es tarde ya, para que se efectúe en nosotros un NUEVO NACIMIENTO. Él llama a la puerta y espera tu respuesta, Acepta lo que hoy te dá. No hay nada más consolador que saberse REDIMIDO y ACEPTO a los ojos de Dios como Su hijo, comprado con Su sangre y que por la eternidad disfrutaremos de Su Presencia en compañía de todos los santos que nos precedieron.- V.Glez. Boto

1 comentario:

Maricarmen dijo...

Esto me recuerda que con el Señor no hay más que dos opciones, o con Él o contra él; o recoges con Él o desparramas. No hay grises o posturas intermedias.
Gracias por estos mensajes