jueves, 20 de marzo de 2008

PABLO: MISIONERO ULF EKMAN

"Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del SeñorJesús, para dar testimoni0 del evangelio de la gracia de Dios" Hechos 20.24
Desde el mismo instante en que Saulo se convirtió en Pablo, su vida dejó de perteneceerle. Había preguntado a jesús lo que debía de hacer y Jesús le había respondido. Él recibió su única misión a realizar de por vida: "dar testimonio del evangelio de la rica gracia de Dios" (V.sueca).-
Ahora tenía por delante, una carrera para correr, una batalla que librar, una victoria que ganar y un campo para roturar. Y de golpe, todo pierde su interés, su vida deja de tener valor para él mismo. Esto no significa que la vida no tiene valor. Lo que quiere decir es que su propia vida egocéntrica, ha perdido su atractivo y glamour. Algo se ha destacado mucho más refulgentemente que lo que el mundo, la política, lo religioso, lo intelectual y sensual podrá jamás destacar.-
-Jesús le ha encontrado y le ha conquistado.
-Jesús le ha atrapado y le ha transformado.
-Jesús le ha frenado y le ha reclutado.
Ahora y para el resto de su vida, quedaría a Su servicio. Tendría un propósito, una misión. Su tiempo, su energía, sus sentimientos, sus talentos, sus medios, TODO está ahora al servicio de su Señor. Todo lo que hizo, lo situó bajo ese prisma, y la vida vino a ser indescriptiblemente llena de contenido. Antes había odio, justificación de sus actos y una adoración hueca. Ahora hay una profunda y gloriosa relación con Jesús y un maravilloso propósito o ministerio por el cual vivir.-
Y todo esto, dirigido y cuidado meticulosamente por el Espíritu Santo día tras día, hasta el final de su vida.-
ORACIÓN: Gracias Señor porque Tu tienes un más alto, más claro y mejor enfoque como propósito para mi vida. Ayúdame a conseguir la plenitud del mismo. En el nombre de Jesús ¡AMÉN!
Traducido: V. Glez. Boto

No hay comentarios: