Muchas personas viven en una falsa confianza de que cuando mueran todo se acaba. Que el hombre se marchita, fallece y de esta forma todo ha pasado ya. Es como si nunca hubiera existido. Una vida que irrumpe en el aire desaparece. ¡No es así! Cada persona es un ser eterno. Es un individuo único y de un valor inmenso, cuya vida no solamente tiene un alto valor, sino que perdura hasta lo infinito. La muerte es solamente el principio, la puerta a la eternidad que nunca termina. Antes de nacer no existe el hombre. Después de nacer nunca interrumpe su existencia. Dios le ha creado como un ser eterno.-
Algunas personas se quieren agarrar a la esperanza de que si se deja de vivir es la forma de tratar de marcharse sin pagar la cuenta. Existe realmente una cuenta. Por causa de que nuestra vida es preciosa, tenemos una responsabilidad de cómo la usamos. Y por esa disposición de la misma, pasamos a ser los únicos responsables de ella. ¿Tomamos nuestra responsabilidad o queremos sustraernos a ella? Tenemos una sola carrera que correr, no tenemos cincuenta. HAY UNA OPORTUNIDAD. Después que la vida se acaba y los totales finales se agrupan, y son sumados juntos por un Dios santo, pero también justo, SIN LA GRACIA, no tenemos chance alguno. Sin la obra sustitutoria de Jesús por nosotros, tenemos una cuenta pendiente de pecado, una culpa que nosotros nunca podremos pagar. Pero con Él, ¡Gracias le sean dadas!, hemos pasado de muerte a vida y no tendremos que pasar por ningún juicio:"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida" (Juan 5.24)
EL MISMO JESÚS QUE ES SALVADOR, ES TAMBIÉN JUEZ Y ÉL HA LLEVADO EL JUICIO SOBRE SÍ MISMO DE AQUELLOS QUE CREEN EN ÉL.-
ORACIÓN: Gracias Dios porque enviaste a Tu Hijo Jesús para recibir mi castigo y por Él pude ser redimido para poder entrar a la vida eterna. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
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