lunes, 26 de mayo de 2008

"CONSUELO DESDE EL CIELO" Ulf Ekman

"Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es personado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados" Isaías 40.1-2
A pesar de tanta apostasía y pecado, a pesar de toda la infelicidad y desconfianza, es Dios, a pesar de todo: DIOS .-
Él es como un padre que se compadece de sus "traviesos y guerreros" hijos. Después de todo el pecado, toda la apostasía y toda rebeldía viene la adversidad o tribulación. Dios no nos tortura, Él es la fuente de vida. Pero cuando nosotros le abandonamos, acabamos en un desierto espiritual. La vida se seca. El gozo desaparece y la gloria se aleja. Por nosotros mismos no podemos salir de esta situación. Necesitamos la ayuda de Dios de forma desesperada. Si no fuera por la gracia del Señor y su misericordia, quedaríamos como un desecho. Pero Dios habla deleitosamente, lleno de amor y perdón a sus pueblo rebelde, pecador y agotado (fatigado). La culpa es redimida, Dios ha resuelto realmente el problema del pecado por medio de la muerte de Jesús en la cruz. El acta de nuestra acusación ha sido clavada allí, en la cruz y ahora recibido el doble por todos nuestros pecados.-
No es solamente que todo ha sido sobreseido, sino que Él da el doble otra vez. Dios no solamente repara sino Él da extra.- Él hace mucho más, mucho más de lo que podemos pedir o pensar. El Señor ama a Su pueblo. Él vela sobre Su pueblo. El Señor tiene un extraordinario cuidado de cada uno de nosotros y una capacidad maravillosa para que cuando nosotros nos volvemos a Él nos paga el pecado con doble gracia y nos restablece de una forma que sobrepasa todo lo que podemos pensar o valer.-
ORACIÓN: Gracias Padre porque Tú me hablas deliciosamente y mi tribulación ha terminado. Gracias porque Tu amor me envuelve y me rodea. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
Tr. V. Glez. Boto

1 comentario:

Maricarmen dijo...

Es verdad que podemos descansar en un Dios que no sólo pide(gime) por nosotros lo que necesitamos y nos conviene, sino que además nos da mucho másd abundantemente de lo que pedimos o entendemos.
¿Qué poco tiempo le dedico al día y qué poco fiel le soy? Y qué grande es EL.