"Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa, y piadosamente".- Tito 2.11-12
La rebeldía que caracteriza los últimos tiempos, vienen a pervertir la comprensión de lo que significa LA GRACIA. Gracia no es una licencia para hacer todo lo que yo quiera. Gracia no es un almohadón para dormirse plácidamente encima. Gracia no es una garantía para ser perdonado siempre, independientemente de cómo viva o lo que haga. Pablo dice que la gracia es educadora no rebelde o anárquica.. Nos educa para rechazar la impiedad. La gracia no es una garantía de absolución para continuar pecando, o un manto que cubre nuestro estilo mundano de vida, sino un poder activo en nosotros que nos ayuda a decir NO a toda clase de impiedad. La sociedad en que vivimos está impregnada de una falsa tolerancia. No se dice NO a nada. Pero la gracia SI lo hace. Dice NO a todo lo que desea quebrantar, dañar y destruir nuestra vida.-
En este último tiempo, la mayoría de las personas desean tener a Dios y al mundo. Ser poseedores de la gloria de Dios sin pagar el precio. Existe la voluntad de querer tener comunión con el Señor y a la vez siendo señor de sí mismo. TODO ES IMPOSIBLE. Si uno empieza a caminar en la vida por ese camino, se crea una falsa gracia, una falsa religión y por fin un falso Dios. Los hombres se descarrían en vez de ser guiados a Dios. Cuando el hombre disculpa su modo de proceder o actuar, y defiende su modo de vivir mundano, diciendo que esta gracia no es la gracia de la que el apóstol Pablo habla. Es una justificación (propia justicia) que nunca alcanza su complacencia a los ojos de Dios. Esto es una impiedad que Dios tiene que juzgar.
ORACIÓN:Padre, gracias porque Tú gracia no es barata ni es falsa. Es fuerte, educadora, poderoso y de bendición. Puede transformarme para que por Tú misericordia pueda vivir redimido y victorioso. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
Tr. V. Glez. Boto
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