martes, 20 de mayo de 2008

"LA PASCUA DEL SEÑOR" Ulf Ekman

"Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas a las cuales
convocaréis en sus tiempos; en el mes primero, a los catorce del mes entre las dos tardes, pascua es de Jehová" "...Porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros" Levítico23.4-5; 1ª Corintios 5.7
Para siempre, el pueblo judío celebrará "pesaj" (La Pascua). Año tras año se recordará el milagro que Dios realizó cuando los liberó y sacó de Egipto, "del horno de pan". Cada hombre que gobernaba su casa debía tomar un cordero sin defecto. el cordero debía pasar una inspección minuciosa durante cinco días y después sería degollado. La sangre debía ser esparcida en los dinteles de la puerta de forma que toda la entrada a la casa estuviera cubierta por la sangre. Después toda la carne del cordero se repartía y comía, Nadie debía quedar rezagado. Ningún hueso debía partirse. Ningún incircunciso podía tomar parte y comer del cordero.-
Por 1500 años se ha celebrado "pesaj" (La Pascua). La sangre que se ha derramado solamente pudo cubrir los pecados y debe renovarse cada año. Pero Isaías había profetizado que el Siervo del Señor vendría y sería el cordero sustitutorio que de una vez por todas, borraría nuestros pecados. Jesús fue ofrecido en la cruz como nuestro cordero sacrificial. El dio totalmente su vida por nosotros. Cuando estaba colgado de la cruz, ningún hueso fue quebrantado. En 1ª Corintios 5.7 dice " Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido sacrificado" (v. sueca)
Por medio de Su muerte, la celebración de la Pascua judía "pesaj" ha sido cumplida, Jesús nuestro cordero pascual nos ha sacado de Egipto. Su muerte fue la redención de todas nuestras transgresiones y vino ha ser nuestra liberación del mundo. Por su muerte recibimos vida. Su sacrificio, no rituales o tradiciones, nos da nueva vida, cuando comemos (creemos), tomamos parte personalmente de lo que Él ha hecho por nosotros.-
ORACIÓN: Gracias Jesús porque Tú fuiste nuestro cordero pascual. Gracias porque tú te ofreciste para liberarnos de todo lo que nos tenía cautivos. En el Nombre de Jesús ¡AMÉN!
Tr. V. Glez. Boto

No hay comentarios: