domingo, 4 de mayo de 2008

PALABRA DE DIOS: Deuteronomio 31.24-29 - V.Glez. Boto-

"ORDEN DE GUARDAR LA LEY JUNTO AL ARCA"

"Y cuando acabó Moisés de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse, dió órdenes Moisés a los levitas que llevaban el arca del pacto de Jehová diciendo: "Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti. Porque yo conozco tu rebelión, y tu dura cerviz; he aquí que aun viviendo yo con vosotros hoy, sois rebeldes a Jehová; ¿cuánto más después que yo haya muerto?.-
Congregad a mí todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré en sus oídos estas palabras, y llamaré por testigos contra ellos a los cielos y a la tierra. Porque yo sé que después de mi muerte, ciertamente os corromperéis y os apartaréis del camino que os he mandado; y que os ha de venir mal en los postreros días, por haber hecho mal ante los ojos de Jehová, enojándole con la obra de vuestras manos".-
Moisés termina de escribir todas las órdenes recibidas por el Señor para el establecimiento de Su pueblo en la tierra que acaban de conquistar. No solamente órdenes en las formas de gobierno como nación, sino como hijos de Dios. Leyes y mandamientos, por los cuales sus vidas serían guardadas y prosperadas si las obedecían. Pero hay que fijarse que aún en las cosas externas Dios se cuida de que sean tenidas en orden y conservadas en pulcritud y en la forma que Él determinaba. No podía cada uno venir con el criterio propio e individual, por bueno que fuera, y poner el arca o el tabernáculo en el sitio que le pareciera mejor. Dios por medio de Moisés se cuidó de dictaminar todos los detalles y era de obligado cumplimiento el seguir lo ordenado.-
Ahora indica Moisés a los levitas que llevaban el Arca del Pacto durante todo el éxodo diciendo: "Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti" (v. 26).-
El Arca del Pacto representaba la Presencia de Dios en el pueblo. Siempre estaba en lugar visible en el campamento. Donde acampaban debía el Arca acompañarles. Esto era una señal visible para el pueblo de la Presencia de Dios. Jehová presidía todo. El Señor supervisaba sus entradas y salidas. Si avanzaban, el Arca del Señor era portada por los levitas ordenados para ese ministerio y nadie más podía todar el Arca del Pacto. Las cosas sagradas, eran respetadas con suma pulcritud, pues dependían hasta sus propias vidas de la falta del respeto al propio trato de las mismas.
Ahora indica Moisés que tomen el Libro de la Ley y lo pongan al lado del Arca del Pacto.-
Al lado de la Presencia de Dios (el Arca del Pacto), había que tener la Ley (el libro).-
¡Qué bien conocía Moisés la condición humana! Cuando leemos esto, pensamos: ¡qué pueblo tan difícil! ¡Con tantos milagros como vieron! ¡Cuánta manifestación del poder de Dios entre ellos! Pensamos que si nosotros hubiéramos pasado por esas experiencias tan grandiosas, seríamos siempre fieles y tendríamos una fe poderosa. ¿Qué duda nos iba a subir al corazón de lo que Dios puede hacer y ayudarnos...? Hermano, no confíes en tu propia prudencia, nos lo advierte Proverbios 3.5 El corazón nuestro es engañoso y nos traiciona (Jeremías 17.9). Necesitamos tener enfrente la "advertencia" de Dios para reconvenirnos y no dejarnos abandonar a nuestras conveniencias, las cuales no son las mejores consejeras, sino todo lo contrario. El creyente, debe tener enfrente, siempre presente en su vida, las dos potencias que sostienen su fe: La Presencia de Dios y Su Palabra. La Presencia de Dios, está en la vida que ha sido lavada por la sangre de Cristo y ha sido así santificada. Y Su Palabra, la Escritura que trae luz a su camino para hacer Su voluntad y ser guardado de caer en el error.-
Pero no somos mejores que los israelitas, nos es fácil contaminarnos con el mundo, corrompernos, y apartarnos del camino que a vida eterna permanece. Dice Moisés que iban a "enojar a Jehová con la obra de sus manos" (v.29) La idolatría, algo que el Señor abomina y que el hombre es tan dado a ello. Idolatría es todo lo que le suplanta, lo que se le antepone; eso es considerado como pecado de idolatría para Dios. Como hijos de Dios pensamos que la idolatría es algo ajeno a nosotros, sí, así debiera ser. Pero debemos cuidarnos para que nuestro "ego" no se enaltezca dentro de nosotros y nos domine. Por ello debemos someternos a Dios; resistir al diablo y huirá de nosotros (Santiago 4.7).-
Hermano: Lo más importante de todo, es que si llegamos a una situación de imprudencia en el camino del Señor y el pecado hace mella en nuestras vidas. ¡No te rindas! ¡No te entregues! ¡Busca la Presencia del Señor, está entre Su pueblo! Está tan cerca de tí, como que con sólo confesar tu pecado que verás reflejado en el "espejo" de Su Palabra, Él te acogerá y te perdonará.- Restituirá todo lo que el pecado ha destruído dentro de tí y pondrá una valla de protección a tu alrededor por su Espíritu Santo para que te guarde.-
Como hijo de Dios aunque hayas pecado, no pienses que ya no hay solución, SIEMPRE hay salvación al pié de la cruz del Calvario y Su sangre preciosa, nos limpia de todo pecado.
"Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1ª Juan 1.9). Y sigue diciendo en el cp. 2.1 "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo".
¡¡ESE ES EL EVANGELIO, LA BUENA NUEVA DE DIOS PARA SUS HIJOS!!

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