En la era que lo que priva es lo bello, joven y exultante, un hombre de las características de Luis Aragonés es lógico que se cuestione y más en el Deporte, y para más inri, como seleccionador nacional.-
Resalta, como compendio de contrastes que en estos tiempos, sea el entrenador de más edad. Su cabellera blanca, sin disimulo alguno, pone en la picota de lo real y sin ambages, su integridad y honradez. No hay disimulos ni admite comparsas. No cambia sus metas ni conducta para lograrlas. El que le quiera, le tiene que admitir como es, y se enfrenta a la crítica más cruda con la misma estoicidad que al aplauso más largo y sonoro. Ni le conmueve ganar para enaltecerse, ni le achica o hunde perder, sabe esperar y trabajar para conseguir lo que ha soñado.-
No es un líder para ser visto, sino para ser imitado. Los que lidera, pueden tomar ejemplo de todas las características que debe buscarse en un líder. Se las muestra cada día: en el vestuario, personalmente, y a veces, dando voces a todos en el campo, donde prueba sus tácticas para ganar. No hay nadie que no encuentre valores que imitar y que seguir en su trayectoria como deportista, despues de pasar por el escuela de Luis Aragonés.-
Y por fin, después de haber sido denostado, rechazado y escuchado por activa y por pasiva que dejara su cometido como entrenador de la Selección de España, pues era viejo, estaba equivocado, no escogía a los mejores y....¡que se fuera ya! Termina de demostrar que lo que él imaginaba y luchaba por conseguir: era posible, que esos "enanos bajitos" eran suficientes si se dejaban enseñar y guiar. Si no se les subían los humos a la cabeza por lo que en sus propios equipos son y representan y se sometían a lo que les indicaba. Él los llevaría a la victoria aunque a veces, no entendieran su táctica y en ciertos momentos, sus determinaciones. La humildad les unió en un equipo que el contrincante no tuvo forma de desbaratar. Ésta fue la fórmula de Aragonés, y la norma que les llevó a ganar partido a partido hasta vencer en la final.-
Ahora en 48 horas, se dispone a volver a empezar en otro país. y como si tuviera 30 años, hace sus maletas y empieza una nueva etapa. Nadie confió verdaderamente en él, por eso nadie le ofreció la renovación. Pero un líder no necesita preocuparse, sólo de realizar su trabajo, otros le buscarán siempre. Todos necesitan del líder, el líder no necesita de nadie, sino, de sostenerse en su honradez, humildad y constancia no perdiendo la confianza en su proyecto, y siempre tendrá quien le siga, quien desee ser como él. quien trate de imitarle.-
Y se va, como final de su trayectoria y descanso del trabajo bien hecho, y digno de imitar, como un soldado, que cuanto más arrecia la batalla, más se enardece en la lucha.-
Es un buen ejemplo a estudiar para todos los que en la Iglesia siguen las directrices de este mundo, creyendo que el modelo a seguir es lo que el mundo y sus "modelos" ponen en el "candelero". Los imitan , como si fueran dignos de ello, careciendo incluso de valores éticos y bíblicamente ser lo opuesto a lo que un creyente debe trasmitir y reflejar. Este seleccionador no luchó por suinterés económico, su meta era otra. Hoy se mira en las iglesias demasiado el número, pero aún más, a veces es el número por lo que representa en la parte económica para poder realizar proyectos que ensalcen personalmente a su gobierno sea éste unipersonal o denominacional. No hay unas metas legítimas, bíblicamente contrastadas, sino mundanalmente imitadas. Deberíamos estudiar estos esjemplos tan escasos, pero que los hay, y ver si en el proyecto que a cada uno nos ha sido encomentado, y como congregación, estamos obrando para la gloria de Dios y la extensión del Reino de los cielos, en forma "legítima" como hijos de Dios: "Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente" 2ª de Timoteo 2.5
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