¿Recuerda bien esto? Sus hijos están "a su alrededor" (Salmo 89.7).
Están en la fe, aferrándose a Él como los bebés se aferran a sus madres. Tienen buenos sentimientos hacia Dios, como un niño tiene buenos sentimientos hacia su padre. Y no se alejan de Él. Lamanetan sus pecados y desean no haberse equivocado jamás. Estos son sus hijos.-
Cuando estos hijos caen gravemente en pecado, ¿qué hace Dios? Él dice que castigará sus pecados severamente (`con vara y con azotes´) mas no quitará de ellos su misericordia. Eso sería lo mismo que romper el pacto con su Hijo.-
El Dr. Martín Lutero dice: "Si Dios se me parereciera enojado y quisiera deshacerse de mí, le contestaría: Entonces también debes rechazar a tu amado Hijo Jesucristo, porque él es mi Salvador, mi Abogado y mi rescate. Si lo honras a él, entonces yo debo ser libre y salvo."
Cuando caiga en pecado Dios me reprochará primero en mi conciencia. Él usará diferentes medidas, las que fueren necesarias, pero no quitará su misericordia: 1ª Pedro 1.6-7 "En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallad en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" La gracia está basada en otro fundamento y no puede ser derribada por mis pecados.-
Recuerdo esto cuando fueres castigado por Dios por tus pecados: Sufrirás fragelos, Pero su misericordia permanecerá. No te ha quitado su amor. No está enojado contigo.-
Cuando te encuentres a ti mismo enredado con el pecado, cuando parezca que todo está perdido, aférrate a la promesa y ora diciendo:"Dios mío, enójate todavía más conmigo. Castígame más duro y por más tiempo si es necesario. No interpretaré mal tu corrección. Tú mismo has dicho que me castigarás con vara y con azotes, mas no quitarás tu misericordia eterna de mí. Por eso acepto de buena gana mis sufrimientos."
Continuará...
1 comentario:
Creo firmemente y la Escritura así lo certifica, que por grave que sea nuestro pecado SU GRACIA ES MAYOR y el Señor promete que "el que mí viene no le echo fuera". Esto debe ser suficiente para que tengamos confianza en venir a Él buscando Su perdón y que lo vamos a recibir sin "previo pago" por nuestras culpas. Eso no quiere decir que las consecuencias no nos alcancen después de cometido el pecado y recibido el perdón, por supuesto.-
Nunca debemos quedarnos en la derrota de la caída, ni pensar que porque el Padre nos perdonó en Cristo, podemos vivir en la despreocupación de vida que vivamos en la debilidad de la carne, en vez de en la victoria del hijo de Dios que también tenemos ganada por Cristo en la cruz del Calvario.-
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