jueves, 11 de diciembre de 2008

DEVOCIONAL sobre 2ª de PEDRO 1.6 por ROSENIUS

" A la paciencia, piedad" 2ª de Pedro 1.6

Para que tu paciencia permanezca como un fruto de la fe, y no se convierta en una muestra del orgullo carnal, necesitas refrescar constantemente tu espíritu cansado junto a la fuente de la gracia. Te hará falta encomendarte completamente a Dios, una y otra vez, a su poder, amor y fidelidad, invocando sus preciosas promesas, para ser fortalecido en tu fe, y reconfortado en tu esperanza del gozo eterno.-
La piedad nace del corazón, como un fruto de la fe, y caracteriza la vida del cristiano.-
Si intentas desarrollar una vida piadosa con tus fuerzas morales, con tu paciencia y sabiduría humanas, tu cristianismo se irá marchitando hasta secarse y morir. Sería como podar y apuntalar un árbol que está desraizado, separado del suelo, de donde las raíces obtienen alimento y vida.-
Cristo dijo: " El que no permanece en mí, será echado fuera como pámpano y se secará" Tienes que tener bien claro que confiar en tus propias obras piadosas no es lo mismo que "permanecer en Cristo". Él dijo: "Permaneced en mi amor".-
Por eso el apóstol Pedro vuelve a señalarnos la raíz de toda piedad verdadera al decir: "A la paciencia, piedad." Es decir, vuelve atrás, a Dios, a Cristo, a la Fuente de todo lo bueno.-
¿Quieres piedad, paciencia, conocimiento, o virtud? Debes buscar todo eso como frutos del buen árbol de la fe. Entonces ¡Regresa atrás, al principio de nuestra vida nueva!
Recuerda las grandes y preciosísimas promesas que Dios te ha hecho en Cristo.-
Recuerda todo lo que el Hijo de Dios ha hecho por ti.-
Orienta tu espíritu sólo hacia Cristo, de modo que sólo Cristo sea tu vida, y la causa más importante de tu alegría.-

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