lunes, 1 de noviembre de 2010

MEDITACIÓN SALMO 51 -A. Murray-

MEDITACIONES DIARIAS 1 DE NOVIEMBRE:
MEDITACIÓN DEL SALMO 51 por Andrew Murray
CAPÍTULO XIII
“Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría” (v. 6b)
Esta afirmación aparece como una transición entre la confesión de pecado y la oración pidiendo redención. Dios ama la verdad en lo íntimo. David es conducido a esta idea por la confesión de su pecado original. No fue sólo su transgresión sino su propia naturaleza que le hacía merecedor del rechazo por parte de Dios. No puede por naturaleza presentarse ante Aquel que escudriña los corazones que desea la verdad en lo íntimo. Pero esta idea le hace retroceder a Dios que sólo tiene el poder de conceder la verdad en lo íntimo. El mismo hecho que le ha humillado, es decir, el que Dios no puede contentarse con menos que la verdad, le levanta ahora otra vez. Si la gracia de Dios le recibe, le concederá nada menos que la gracia. En lo secreto Dios le hace comprender sabiduría. Hay aquí en el corazón de su oración una expresión de esperanza que Dios le hará conocer el camino para ser redimido del pecado; y que aunque el poder del pecado es profundo y penetrante, también lo es su conocimiento de la gracia. Confía que la comprensión espiritual en el camino de la redención que desea para andar en él, le será comunicada por Dios mismo.
Todo el Salmo es una prueba de que es realmente así. Tenemos en este Salmo la primera explicación clara de los lavamientos y rociamientos de sangre de los servicios del templo y del significado espiritual de los sacrificios del Antiguo Testamento. La relación entre el perdón de los pecados y la renovación del corazón es presentada en la oración de David tan claramente como en pocos otros puntos del Antiguo Testamento. Su esperanza no era en vano: “Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”.
El pecador ansioso que está buscando el camino de la gracia, puede pensar, quizá, que en este versículo no hay tanto como en otros versículos. Su enseñanza, sin embargo, es de gran valor. En la oración pidiendo gracia esta súplica de sabiduría es enteramente indispensable.
Nos enseña que el verdadero conocimiento del camino de la gracia debe ser otorgado por Dios mismo. Sólo Él puede hacernos conocer la sabiduría escondida. El conocimiento humano del camino de la gracia que podemos obtener mediante el uso de nuestro entendimiento no es suficiente. Hay que fijarse bien que no digo que este conocimiento no es necesario. Lo que digo es que no es bastante. Este mismo libro que escribo es una prueba de que considero que este conocimiento es necesario. Temo que hay una gran falta de comprensión inteligente del camino de la gracia. Temo que muchos tienen concepciones imperfectas de lo que es la gracia y cómo redime al pecador, de lo que es el borrar las transgresiones y lavar la iniquidad y limpiar de pecado, de lo terrible que es la naturaleza del pecado y mucho más que nos enseña este glorioso Salmo. Y considero de la mayor importancia, que debemos tener convicciones claras respecto a estos puntos. Porque sin un conocimiento claro, la fe no puede ser clara ni poderosa ni gozosa,”Entiendes lo que lees?” fue la primera pregunta de Felipe al etíope. “Crees de todo corazón” fue la segunda pregunta por implicación Hechos 6.30 y 37. Esta comprensión inteligente del camino de la gracia es de gran valor.- Continúa

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