lunes, 8 de noviembre de 2010

MEDITACIÓN SALMO 51 -A. Murray

MEDITACIONES DIARIAS 8 DE NOVIEMBRE:
MEDITACIÓN DEL SALMO 51 por Andrew Murray
CAPÍTULO XVI
“Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido” (v. 8)
David desea no sólo perdón. Quiere algo más. Quiere gozo, contento, exultación. Esto es, para él, parte de la gracia que está pidiendo. Si esta gracia ha de ser plena y gratuita, espera que llenará verdaderamente su corazón de alegría.
Hay muchos que desean ansiosamente la salvación pero no entienden esto. Creen que es una bendición demasiado grande para esperar que Dios se la conceda. Estarían contentos con inclinar la cabeza y pasar el resto de sus días deprimidos y abatidos, sólo que pudieran tener la esperanza de poder ir al cielo. Consideran que no son dignos de pedir tanta fortuna en la tierra; imaginan que no es apropiado que la posean. Creen que esto es humildad. Por desgracia miden la gracia según sus propios méritos, y, siendo así, no es ya verdadera gracia.
David nos da un ejemplo de que debemos conocer mejor a Dios con el que estamos tratando y que podemos tener ideas más elevadas de las riquezas de su gracia. El sabe que cuando Dios perdona, perdona por completo, y cuando recibe a alguno, le recibe de todo corazón. El Señor no desea que haya ninguna nube entre Él y el alma creyente. Desea que una persona sepa que ha sido restaurada completamente a su favor, tan completamente como si no hubiera cometido ningún pecado, y que ahora se regocija con confianza en el amor de un Dios que perdona. David sabía esto y por tanto, aunque había caído muy bajo, cuando pide gracia, no tenía miedo de pedir una restauración completa al amor de Dios y la bendita experiencia del mismo. “Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido”.
Ojalá que cada alma ansiosa y penitente que usa este Salmo pueda aprender a entender que puede pedir gozo y contento, y que es apropiado que no esté satisfecho con nada menos que esto. Dios desea esto de parte de su pueblo: “Gozaos en el Señor siempre; otra vez os digo que os gocéis” Filipenses 4.4 El Señor Jesús lo desea también: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido” Juan 15.11 La naturaleza de la gracia, la gloria de la recompensa, el amor y benignidad de Dios, todo nos autoriza a esperar un perdón que conduzca al gozo.
Y si queremos entender lo que es el gozo de David, y en qué consiste, se trata simplemente de recibir aquello por lo que había orado: limpieza de sus pecados. Sí, era el perdón de sus pecados que esperaba este contento. Era el sentimiento de su pecado que le había afligido y abatido tan terriblemente, y en tanto que no tuviera certidumbre respecto a esta bendición, no podía tener paz. Pero, si supiera que estaba reconciliado con Dios, que sus transgresiones habían sido borradas y había sido hecho más blanco que la nieve, y por tanto restaurado el favor de Dios, entonces su corazón se llenaría de gozo y alegría. Fue así que oró:”Por la palabra de perdón hablada a mi alma, hazme oír gozo y alegría”.- Continúa…

No hay comentarios: