viernes, 12 de noviembre de 2010

MEDITACIÓN SALMO 51 -A. Murray

MEDITACIONES DIARIAS 12 DE NOVIEMBRE:
MEDITACIÓN DEL SALMO 51 por Andrew Murray
CAPÍTULO XVIII
“Y borra todas mis maldades” (v. 9b)
Esta petición la oímos por segunda vez. Fue el primer ruego que hizo David al empezar a pedir misericordia, a fin de decir qué era lo que quería al pedir misericordia. Ya ha expresado sus deseos por medio de otras expresiones diferentes como “Lávame”, “Límpiame” (v. 2). “Purifícame”, “Lávame”, “hazme oír gozo y alegría” (v. 8), “oculta tu rostro de mis pecados” (v. 9). Una vez lo junta todo en una significativa exclamación: “Borra todas mis maldades”.
Para dar una explicación de esta solicitud, podemos referirnos a lo que ya hemos dicho en el versículo 1. Es importante que consideremos esta petición al reflexionar sobre la porción precedente del Salmo y al preguntarnos a nosotros mismos si tenemos algún conocimiento real del mismo. Es de gran interés para nosotros, porque es la última vez que este punto es mencionado en el Salmo. En los tres versículos siguientes, David pide una renovación interior del corazón por medio del Espíritu de Dios, y desde el versículo 13 al final del Salmo, habla de los frutos de acción de gracias que la redención de Dios han de causar. Pero antes de proceder a esto, otra vez exclama: “Borra todas mis maldades”. Con ello muestra cuan en serio habla sobre esta materia. Sabe que ésta es la raíz y principio de todo lo demás y que si un acuerdo claro entre Dios y el pecador respecto al perdón de los pecados no hay posibilidad de una nueva vida. Y por tanto hablaré también de este asunto con toda sinceridad, precisión y seriedad. Quiero hacer algunas preguntas sobre esta materia tan importante.
¿Entiendes bien lo que es el perdón de los pecados, el “borrar todas mis maldades”? No te imagines que esta pregunta es innecesaria. Hay muchos cristianos sinceros que no entienden bien este punto. Se trata nada menos que de los cimientos de nuestra redención. ¿Entiendes que el borrar todas las iniquidades es la primera bendición que Dios desea dar al pecador que desea la salvación? ¿Entiendes bien que Dios está dispuesto a concederla al instante, sin necesidad de esperar, a todo el que la recibe en fe? Él nos la ofrece constantemente. ¿Entiendes que aquel que en la sencillez de su corazón recibe al Salvador por fe, ve también que todos sus pecados son borrados? ¿Sabes también que es por esta fe en la cual recibe a Jesús, según palabra divina, puede tener la seguridad de que sus pecados han sido borrados del libro de Dios, porque el Espíritu Santo, da testimonio en él de este perdón? ¿Y entiendes que este borrar es perfecto, completo y que por él el alma aparece ante Dios “más blanca que la nieve” y puede mirar a Dios como su Dios que ya no está airado con él? ¿Entiendes todo esto o alguno de estos puntos no está todavía claro? Estos puntos afectan tu salvación eterna.
Voy a preguntar de nuevo: ¿Estás de veras buscando perdón y que tus maldades sean borradas? O pregunto si sabes que necesitas salvación, si a veces estás inquieto, si a veces oras, o incluso si oras cada día:”Perdónanos nuestros pecados” No, amigo, lo que pregunto es más que esto. Continúa…

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