martes, 14 de diciembre de 2010

MEDITACIÓN SALMO 51 -A. Murray

MEDITACIONES DIARIAS 14 DE DICIEMBRE:
MEDTIACIÓN DEL SALMO 51 por Andrew Murray
Continuación…
Y el cristiano cuya lengua no ha sido liberada y suelta, que no se oye, este cristiano es defectuoso. Le falta una de las capacidades más gloriosas del nuevo hombre.
No se trata aquí de si tienes el don natural del habla o no; muchos que hablan poco y mal reciben de la gracia la capacidad de conseguir grandes resultados con su don pequeño y débil. No es la belleza del lenguaje, sino el poder de vida y del espíritu el punto de donde depende la bendición. Basta con que desees ser hecho partícipe de esta gracia y que te des cuenta más clara de tu solemne obligación de alabar a Dios y darle a conocer. Basta con que toda experiencia de debilidad e incapacidad te espolee a más confianza en el poder y promesa de Dios. ´Con este deseo y confianza podrás orar: “Señor abre mis labios y publicará mi boca tu alabanza”; y la oración será contestada. Es posible que te cueste muchos conflictos y perseverancia. Esta petición no se aprende en un día, y las riquezas de la gracia no son agotadas en un día tampoco, y por lo tanto, si hay la voluntad, se conseguirá la bendición., Por tanto, cada vez que uses la oración: “Ten piedad de mí, oh Dios” haz una regla de añadir también la petición: “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza”.-
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CAPÍTULO XXX
“Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría, si te ofrezco holocausto, no lo aceptarías” (v. 16)
En el gozo de la liberación y la acción de gracias, David se ha entregado a Dios por completo. De ahora en adelante vivirá sólo para el honor y gloria de Dios. Sin embargo, siente que puede hacer muy poco y se pregunta si hay algo más todavía que el Señor podría desear y recibir de él. Piensa en sacrificios. Si multiplicara los sacrificios, ¿no conseguiría que fueran aceptables al Señor? NO. Tan pronto como se ha ce la pregunta, ve claro que el Señor no se deleita en sacrificios.
La claridad con la que David siente y expresa esto es una de las profundas lecciones espirituales de este Salmo. En lo íntimo Dios le ha enseñado sabiduría. Conoce mejor el pecado que antes, y la profunda miseria espiritual que implica. La gracia se le ha hecho familiar, y conoce el alto poder espiritual que lleva. Ha experimentado lo que es la maravillosa obra de Dios de perdón y renovación. Ha aprendido a comprender lo que indicaban los simbólicos lavamientos y rociaduras del Antiguo Testamento: como Dios mismo rocía y purifica el alma. Y ahora con esta penetrante comprensión espiritual en el pecado y en la redención, el Espíritu le ha revelado también la espiritualidad de la vida de agradecimiento y le ha mostrado lo insuficiente que sería el servicio de sacrificios externos.- Continúa…

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